Un viejo amigo me recomendo este libro y sin dudarlo me lo compre el pasado sábado, ese mismo día por la tarde empecé a leerlo y a las dos de la madrugada lo acabe a moco tendido,reconozco que soy de esas personas que se emocionan con poco y de las que primero notan un nudo en la garganta,luego empiezan a tragar y tragar mientrás piensan,"no voy a llorar" pero inevitablemente acaban con un cleenex en la mano y llorando en silencio sin poder apartar ni un segundo la vista de las líneas.
Es un libro que trata la dureza de la vida a través de los ojos de un niño y la moraleja es simple y llanamente que la vida continua a pesar de las desgracias y que siempre hay que mirar para adelante porque es el único secreto para vivir,. Siempre se nos olvida que sólo vamos a vivir esta vida y que deberíamos vivir como sí cada día fuese el último.Habría que aprender a desprendernos de tanta preocupación inútil y disfrutar de lo que realmente es importante.
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